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El Ecosistema del Castañar

El Castañar onubense en producción ocupa unas 3.500 hectáreas, repartidas en general en 14 municipios. 

Los castañares que integran la cooperativa se encuentran ubicados en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche formando parte de la Zona Especial de Conservación de la Red Natura 2000, integrando la Reserva de la Biosfera Dehesas de Sierra Morena. El Castañar constituye un ecosistema extraordinario, lo que demuestra la importancia del castaño para la conservación de la biodiversidad. Contribuye a mantener el equilibrio entre la flora, la fauna y los usos dados a los recursos. Aporta respeto al medioambiente y al bienestar social, siendo un símbolo de la identidad serrana, promoviendo el desarrollo sostenible del territorio.

El Castañar onubense en producción ocupa unas 3.500 hectáreas, repartidas en general en 14 municipios (Alájar, Almonaster la Real, Aracena, Aroche, Castaño del Robledo, Cortegana, Cortelazor, Fuenteheridos, Galaroza, Jabugo, Linares de la Sierra, Los Marines, La Nava y Valdelarco). Esto supone una población de alrededor de 270.000 castaños. La edad media de estos árboles está entre 350 y 400 años, aunque algunos ejemplares se acercan o superan el milenio.

Un ecosistema es el resultado natural de la interacción entre seres bióticos (vivos) y elementos abióticos (inertes) en la naturaleza. Esta interacción entre elementos inertes (el clima, el relieve y el suelo principalmente) y los elementos vivos (fauna, flora y hongos, en general) conforman su biodiversidad. 

 

El ecosistema del castañar en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche es singular, Este ecosistema debe ser protegido y conservado en las mejores condiciones para las generaciones futuras, compromiso al que contribuyen los castañicultores de la cooperativa Castañera Serrana. 

El cultivo del castañar en la Sierra es un regalo maravilloso para toda la sociedad. La gestión sostenible del castañar mantiene una variedad de vida vegetal y animal excepcional, y mejora el ciclo de nutrientes y la fertilidad del suelo, disminuyendo la erosión. El castañar actúa como sumidero de carbono, evitando el calentamiento global, reduciendo la cantidad de gases de efecto invernadero. Mejora la acumulación y la integridad del suelo, permitiendo que retenga más agua, generando ríos y arroyos más sanos; en definitiva, nos aporta salud y mejora la calidad de vida. 

Junto al castañar conviven distintas especies arbustivas de flora mediterránea: majuelos (llamados tileros), madroños, labiérnagos, durillos (orilleras), cornicabras, brezos; mezclados con trepadoras y enredaderas (zarzas, parras silvestres, hiedras, rosales silvestres, zarzaparrillas, y madreselvas. En el estrato herbáceo destacarían las dedaleras, los lirios, los helechos, el orégano, el poleo, la menta, el tomillo, el romero silvestre, el cantueso, el abrótano macho y las peonias. También aparecen gran diversidad de orquídeas y otras especies que enriquecen la floración en primavera.

Igualmente convive en el castañar numerosa fauna. En el grupo de especies de invertebrados desempeñan funciones relevantes como la formación de suelo, la polinización, o la degradación de la madera, las lombrices de tierra, las abejas y otros coleópteros y larvas. Hay que destacar también la presencia de anfibios y reptiles, los primeros vinculados a la importante red fluvial que discurre por el Parque Natural, como el tritón ibérico y pigmeo, la salamandra, el sapo partero ibérico y el sapillo moteado. Entre los reptiles destacan la culebra de herradura, la culebra bastarda o la lagartija cenicienta. Respecto a la diversidad de aves, destaca la presencia en el Castañar de pájaros pequeños, muchos de ellos insectívoros como currucas, petirrojos, mirlos, carboneros. abubillas, o especies de rapaces nocturnas como cárabos, lechuzas o mochuelos. Respecto a las rapaces diurnas se pueden observar con facilidad águilas ratoneras, águilas calzadas y milanos reales. Visitan los castañares también los buitres leonados. Por último, en el grupo de los mamíferos es muy importante el grupo de los murciélagos, los de herradura o de cuevas, por su gran labor en el equilibrio ecológico de estas masas arbóreas. También se pueden observar la presencia de ratones de campo, lirones, zorros, ginetas, gatos monteses, tejones, comadrejas y garduñas. Muchas de ellas utilizan las oquedades de los troncos de los castaños para vivir. Al Castañar también se acercan a comer especies como el ciervo o el jabalí. Su presencia y su alimentación (brotes verdes en el caso de los ciervos, castañas y tubérculos en el de los jabalíes) pueden originar desequilibrios y perdidas productivas a los castañicultores, que deben proteger la arboleda. 

La presencia de los hongos también es muy relevante en los castañares, siendo el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche uno de los entornos más rico en especies de Europa. Se han clasificado más de 600 especies, de los cuales más de 30 son comestibles, lo que eñ castañar de la sierra en un espacio natural privilegiado para explotar este recurso. Entre las setas comestibles, se pueden encontrar la Tana (Amanita caesarea), el Pie Azul (Lepista nuda), las Chantarelas (Cantharellus cibarius), los Tentullos (Boletus aereus), los Gallipiernos (Macrolepiota procera) o las Trompetas de los muertos (Craterellus cornucopioides). Los hongos tienen una función esencial en el funcionamiento ecológico de los bosques ya que, asociados a las raíces de los árboles, permiten la absorción de distintos nutrientes fundamentales, ayudan a la descomposición de materiales orgánicos de origen vegetal y animal, y, como apuntan algunas investigaciones científicas, sus filamentos (micelios) generan una vasta red de comunicaciones que son utilizadas por los árboles para comunicarse entre ellos o para intercambiar nutrientes.

El mantenimiento de esta biodiversidad es un factor imprescindible para el equilibrio ecológico del castañar y para la salud de los árboles, por lo que también es un factor importante para el mantenimiento de la producción de este recurso arbóreo de montaña.

Las variedades de castaña locales presentes en el Parque Natural son únicas en España. Todas ellas, mantienen características genéticas diferenciadas, manteniendo un sabor extraordinario, y utilidades tanto para su consumo en fresco o transformado. Las variedades más representativas son la Diego Vázquez, la Helechal, la Comisaria y la Plantalajar. Su proceso de maduración es progresivo, lo que permite a adaptación de las cosechas de la cooperativa a las condiciones de climáticas. De esta forma, maduran primero las variedades Plantalájar y Comisaria, después la Helechal, y finalmente la Vázquez. La pluviometría, la temperatura y otros factores vinculados a la gestión sostenible del castañar determinarán la calidad anual y tamaño del fruto de cada variedad.

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